En las manos de Nick, cada cliente es un lienzo único. Un contador de historias por naturaleza, su enfoque narrativo le ha llevado a tener una carrera revolucionaria en la creación de estilos de cabello.
Un joven Nick Irwin quedó cautivado por un caleidoscopio de subculturas. La vibrante escena en la que convivían góticos, punks y nuevos románticos se convertiría en el inesperado punto de partida de su revolucionaria carrera en el mundo de la peluquería. Desde el primer momento, su talento no pasó inadvertido para los gigantes del sector. Al mudarse a Londres, se unió al prestigioso equipo artístico de TONI&GUY, donde perfeccionó su trabajo en medio del ajetreo y el bullicio de la vida en la gran urbe. Nick siempre ha visto en el cabello historias más que estilos.
Este enfoque narrativo lo ha convertido en un camaleón en su profesión: un día podemos encontrarlo creando looks vanguardistas como Editor del cabello para la revista Hunger, otro día colaborando con el renombrado fotógrafo Rankin y, al siguiente, convirtiendo la moda de pasarela en arte para que lo luzcan las celebrities más destacadas. Actualmente, como Embajador Global de Schwarzkopf, Nick sigue difuminando las líneas que separan la alta costura y la elegancia cotidiana.
Su mantra: “Primero los ojos, después las manos”. Es este paso inicial de observación lo que le permite ver a cada cliente como un lienzo único, listo para plasmar su historia a través del cabello.
“Se trataba de romper las reglas, y eso es algo inherente en mí.”
Nick Irwin
@nickirwinhair